Continua la historia

  • Autor de hilo DeletedUser1496
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DeletedUser1496

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Algo me ocurrio anoche que no se como explicar. Incluso, a veces, no estoy seguro de si ocurrió o no. En ocasiones la mente te juega malas pasadas. Y te pone al límite.....

Ayer cuando llegue a casa me encontraba cansado. Mas que de costumbre. Anochecía. Extrañamente afuera no había ruidos, ni siquiera de vehículos pasando por la calle. Pensé, una cerveza, una ducha, cena ligera y una peli. Quizá me quede dormido en el sofa, que mas dá.

Cogi la cerveza y me senté unos minutos. Sonó el timbre de la puerta y una voz me llamaba por mi nombre. No supe identificarla. Abrí la puerta. No había nadie......
 

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...tenía demasiado calor, decidí tomar la ducha, escuché que alguien abría la puerta, salí lleno de jabón en el cuerpo y vi que la puerta estaba abierta, me entró un escalofrío, pensé en todo y en nada, desnudo y enjabonado el aire que entraba de afuera me estaba dando frío, por lo que cerré la puerta, eché un vistazo a las piezas de la casa, vi que todo estaba bajo control y continué con la ducha, aunque esta vez lo hice rápido, me sentía nervioso...
 

DeletedUser1496

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......Mis nervios me traicionaban. Volví a repasar la casa, esta vez no buscaba algo sino alguien. Mire incluso dentro de los armarios y debajo de la cama. Me estaba dejando llevar por el miedo. Estaba siendo demasiado irracional. Templé los nervios y respire. Abrí la puerta de casa y mire al exterior. Hacia aire. No vi nada extraño, .......ni nadie.
Pensé, he dejado abierta la puerta la primera vez y el aire la ha abierto. Me calmo un poco pensar esto. Bueno, un poco de cena me sentaria bien.
Cuando llegue a la cocina, me di cuenta que la tele estaba encendida. Yo no la había encendido. Volví al salón. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Una figura encapuchada de un metro me observaba desde el rincón ......
 

DeletedUser

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¿Vas a cenar? - me preguntó
Sentí un líquido que bajaba de mi esófago hasta mi estómago, pero era un líquido tan denso que me hacía sentir dolor y a la vez náuseas, maldito miedo me dije entre sollozos. Tomé el valor para seguir la conversación, - claro, ¿tu gustas? - me sentí un loco, no tenía idea qué era lo que estaba frente a mí y lo invito a cenar, estoy loco, pero quizá debo entrar en confianza con esa cosa.
- Sí, muero de hambre.
 

DeletedUser1496

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No me gustó nada su respuesta. Debía ganar tiempo, buscar una salida. Necesitaba pensar. Retrocedí dos pasos mirando hacia la figura. No se movió.
Pensé que podía salir corriendo por la puerta. Instintivamente mis ojos miraron en esa dirección. La cosa se dio cuenta y se movió hacia la puerta cortándose el paso y sin dejar de mirarme.

Debía ganar tiempo, me repetía en mi cabeza. Me aventure a volver a preguntar y la respuesta me gustó menos todavía.

- ¿que te apetece cenar? - pregunte
- tú sabes lo que me apecete.
 

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Sus ojos eran destellantes, azules brillantes y mágicos, me hipnotizaban y al mismo tiempo me horrorizaban, cobré la cordura y reiteré la pregunta.
- Perdona, no te entiendo...¿qué deseas que te prepare de cenar?
- Me gustas tu, nunca he probado a un humano.

Quedé pálido y con la boca abierta :O
- Per...do..na..yo cre...o..que...los...hu...ma...nos...no...se..comen. -Dije entrecortado.
- Puedo iniciar comiendo tus manos y luego los brazos, ¿cuál es tu recomendación humano?
- Primero dime qué eres y cómo te haces llamar.

....
 

DeletedUser1496

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JA JA JA JA - la criatura rió otronadoramente - ..... sea, te diré que soy, ..... ja ja ja, mi nombre le sabrás al final, solo al final. Soy un demonio del inframundo. Te contaré más. Hoy es luna nueva. Las noches de "luna negra", cuando hay mayor oscuridad, se abren las puertas del inframundo durante algunas horas y cientos de demonios salen a someter a la humanidad. Se declaran incendios, terremotos, riadas y toda serie de catástrofes a su paso. Algunos poseen a humanos y los obligan a asesinar, destruir, incluso a suicidarse, ja ja ja, sois muñecos en nuestras manos. Algunas de estas noches los nuevos demonios cumplen su rito de iniciación. Habrás notado que en ocasiones algunos humanos desaparecen sin dejar rastro, dejando todas sus pertenencias intactas. Y jamas vuelven a aparecer. El rito de iniciación consiste en devorar un humano, sin dejar rastro alguno,........ ja ja ja .........soy un nuevo demonio y tu eres mi rito de iniciacion
 

DeletedUser

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Estoy seguro que esto es un sueño - se dijo así mismo
- Pero no te detengas, prepara algo de cenar para mi, algo de lo que ustedes llaman comida, tampoco he probado la comida humana.
- Claro que sí, carne asada de res, eso comerás. Dio la espalda al demonio y comenzó a cocinar, condimentó la carne en lo que prendía el fuego al asador, el demonio replicó.
- Sin asar me la puedo comer, pero respetaré el menú y sus características jajajajajaja
- Los humanos no comemos la carne cruda.
- ¿Quieres ver que si?, se acerca el demonio al humano, sacando su lengua y pasándola por el cuello de este, lo sostiene con sus brazos y lo levanta, su lengua era larga y con ella jugaba el cuello del humano, lamía sus venas marcadas y terminaba en sus labios.
El humano asustado cerraba los ojos y lloraba, - por favor basta, déjame en paz. Se sentía muy asustado. Por fin el demonio lo deja caer y comenta...
- Ok ok, sigue preparando la cena...¿es cierto que los humanos besan rico?
 

DeletedUser1496

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Llegados a este punto de la historia, algunos temeréis por mi vida, otros en cambio desearéis que este demonio me devore y desaparezca para siempre. Para unos y para otros os diré que como ya habréis notado no consiguió devorarme, de otra forma no estaría aquí contándoos lo sucedido. Eso si, como en toda guerra, aunque hay vencedores y vencidos, incluso aquellos que al final de la contienda salen victoriosos deben pagar por ello un alto precio…….


Ignore su pregunta y aterrorizado y temblando continué preparándole la cena. Pronto el miedo dio paso a la resignación. Sabía que mi final estaba próximo y empecé a asumirlo. Pensaba en mi familia, mis padres, ¿Qué pensarían cuando descubrieran mi desaparición? Al principio me buscarían. Con el tiempo, dejarían de hacerlo y también se resignarían. Mis amigos, ¿me echarían de menos? Mi novia, solo llevábamos juntos unos meses, ¿Qué pensaría cuando dejara de llamarla y no contestara sus llamadas? Ella había estado una sola vez en mi casa. Quizá viniera a buscarme, pero nunca me encontraría.


Mi mente y mi cuerpo se llenaron de ira, no podía resignarme. Tenía que luchar. Quizá destrozar la casa para que notaran mi lucha….. pero eso no me ayudaría a sobrevivir. Debía luchar, luchar contra el demonio, enfrentarlo y vencerlo. Sí, debía vencerlo.


Miré por el rabillo del ojo y vi que me observaba de lejos, no me perdía de vista ni un momento. De repente me dijo - comida, me estas quemando la carne y te dije que me gustaba casi cruda, sácala ya del fuego.


Emplate la carne y la lleve hacia la criatura que me indicó que la dejara en la mesa.

- Ponme algo de beber.


Me acerque al frigorífico y en ese momento vi mi oportunidad. Había un cuchillo de trinchar sobre la encimera junto al frigorífico. Abrí el frigorífico cogí una cerveza y la descorche, y cogiendo con la otra mano el cuchillo me dirigí hacia mi víctima. Deje la cerveza en la mesa y rápidamente lance el cuchillo hacia su corazón (o lo que tuviera en el pecho). Vio venir el golpe y esquivó lanzando el brazo de manera que el cuchillo se clavó en su costado. Dio un salto y me empujó. Caí al suelo de espalda. Había fallado, solo quedaba huir.


Me levante lo más rápido que pude y salí corriendo hacia la puerta. Note algo pasar junto a mi cabeza y estrellarse en la puerta. Me había lanzado el cuchillo y no me había dado por muy poco.


Antes de llegar a la puerta cayó sobre mi con toda su fuerza arrojándome al suelo, clavándome sus uñas en la espalda. Me dio la vuelta riendo – pensabas que ibas a escapar, estúpido, ha llegado tu hora - No me iba a rendir y forcejee con él para intentar levantarme, pero no había forma. Entonces vi sus hileras de dientes afilados mientras sonreía a escasos centímetros de mi cara. Me lanzo un tremendo mordisco en el hombro y en el cuello. Unas punzadas de dolor recorrieron mi cuerpo. Un dolor tan agudo que casi me hizo perder el conocimiento.


Mi mano palpo un objeto que cogí, era el cuchillo. Lance el cuchillo contra su cuello y esta vez acerté de lleno. Volví a repetir el movimiento esta vez girando el cuchillo para hacer más daño. Entonces lanzó un bramido y dio un salto alejándose de mí. Le había seccionado para del cuello y sangraba, una sangre oscura, abundantemente. Volvió a lanzar un grito. Miró hacia el cuchillo que yo todavía empuñaba y salió atravesando la ventana. Se perdió en la noche.


Me levante rápidamente y observé con el cuchillo en la mano, por si regresaba, durante unos minutos. Poco a poco fui recobrando la conciencia. Un poco de euforia lleno mi cuerpo. Sentía una extraña sensación de victoria y poder. Había vencido al demonio. Recordé el mordisco de la bestia y llevé mi mano al cuello, sentía un ligero dolor. Al mirarme la mano me sorprendió que no sangrara. Me dirigí al cuarto de baño y me miré rápidamente al espejo y quedé impresionado. Me faltaba un trozo de carne entre el hombro y el cuello y la herida aunque era de grandes proporciones no sangraba. Quizá la saliva del demonio tenía la extraña propiedad de cauterizar las heridas.


Hoy me siento aun más extraño. Mi herida en el cuello es lo único que me proporciona la prueba de que lo que anoche me ocurrió no fue un sueño. Poco a poco he ido descubriendo algunas cosas que el demonio no me contó. Quiero compartirlo con vosotros. Existen algunos casos, en los que los demonios no devoran o no consiguen devorar a sus presas. En esos casos, cuando el humano es mordido por la bestia, termina convirtiéndose en bestia. Sí, ahora soy un demonio. Y estoy esperando la próxima luna negra para realizar mi ritual de iniciación. Simplemente quiero que sepáis, la próxima luna nueva, cuando llamen a vuestra puerta, quizá sea yo.
 

DeletedUser

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Mis venas se llenan día a día de alcohol. estoy sumergido en esta oscuridad que me consume, no puedo alejarme de esta parte de mi...me doy miedo.
No quiero tomar a nadie inocente, ¿qué le diré a mi novia?, llevo meses sin verla, seguro esta con otro, no espero que se muera de tristeza por un idiota como yo.
Me hundo con la noche en esta cueva húmeda y estrecha, ¿podré escapar de mi destino?, vienen tantas cosas a mi cabeza, estoy perdiendo lo que queda de mi.
 

DeletedUser1366

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Las lunas pasan y se vuelven más difíciles. Puedo llevar un largo periodo sin alimentarme, pero mi cuerpo se torna débil y pesado. Cada vez cuesta más aventurarme a conseguir una borrachera, y así ahogar esta sed que me derrumba.

Se esconde la luz y vuelve la noche. La oscuridad me hace compañía. Me consume como el fuego a una vela. Ya perdí la cuenta de las veces que salgo a merodear y conseguir subsistir sin tener que dañar o asustar a alguien. Aunque es imposible evitarlo, mi presencia se hace sentir a cuadras. Los perros de forma temeraria aúllan.

Me escondo sobre el árbol más alto del parque de un barrio. Ideal para visualizar los hogares que estén posiblemente sin dueños. El aire sopla con fuerza, pero puedo mantenerme firme. Desde allí, podía ver mi antigua casa. Tiene nuevos inquilinos.

–Seguro que ya me han dado por muerto –me dije, mientras una especie de lágrima seca intentaba caer por la mejilla –. Cómo habrá sido mi funeral, qué será de mi novia, amigos y padres? –otra vez caía en mis penas, debía evitar seguir mirando hacia ese lugar.

De repente, presto atención al golpe seco de lo que consideraba ser una ventana. No estaba lejos, y no parecía detenerse. Me acerco a la casa y se veía deshabitada. Los perros vecinos seguían aullando pero no me importaba. Necesitaba ese combustible que me hace prender y olvidar mis lamentos. Ingresé al patio.

La puerta trasera había sido violentada, se veían fragmentos cristalinos por el suelo. Por un momento dudé de entrar, aunque tal vez era mi día de suerte y alguien me había ahorrado el trabajo. Ningún ladrón se interesaría por la heladera. Decidí entrar.

Quedé congelado. Sentí pena por aquel cuerpo que yacía sentado contra la pared. Aun siendo un demonio, valoraba la vida. De repente el hedor de la sangre se hacía del control de mis instintos y persuadía a mi mente sugiriendo descubrir qué le había pasado. Disfrutaba enormemente el aroma. El silencio hizo una pausa, ya no había sonidos que alborotaran la noche. El cuerpo tenía dos impactos de bala, una en el abdomen y otra en el pecho. Había sido acto de otro humano. En una de sus manos sujetaba con fuerza un celular, aunque no había llamada marcada. Sus ojos se mantenían abiertos, una mirada profunda y sin rumbo que ahora me miraba a mí.

En ese instante, se escucha un estruendo y despierto. Estaba con mi boca abierta, del cual salía un vapor que emanaba sobre la víctima. Estaba por devorarlo.

–Este mundo no es lugar para ti, demonio. –escucho; me doy vuelta y veo a un ser con vestidura blanca. Una mirada fría y soberbia, se atrevía a juzgar por un hecho que no había cometido –. Es increíble el tiempo que te has mantenido acá, debo reconocerlo. Pero te enviaré donde se mantienen los tuyos. –extiende su mano abierta hacia mí y de ella sale una luz más brillante que el sol que me deja ciego.

-Esto es un error, yo no hice nada malo. –creí decir, pero solo logré pensarlo, no podía hablar. Mi cuerpo se empieza a consumir, derritiéndose en el suelo. No había forma de resistirse, solo quedaba dolor. Insistía poder vocalizar y pedir una súplica, pero no hubo caso. De repente sentía como me sepultaban–. Debe ser mejor así. –Sentí por un instante alegría de saber que no lastimaría a ningún ser vivo como demonio. La luz se apagó.



Al abrir nuevamente los ojos, reconocí al instante donde estaba. En el Inframundo.
 
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